martes, 9 de octubre de 2012

La Doctrina de Dios lección 2


Dios ha hecho la mente humana de tal manera que es natural para el hombre querer arreglar la información adquirida. Este instinto de organización del hombre le hace sentir la necesidad de un estudio sistemático de la teología.
Sistema y orden son características de Dios y de sus obras. Dios siempre trabaja de una manera ordenada. Uno puede observar sistema y orden donde quiera a través de la naturaleza, desde la estructura de los átomos hasta el movimiento de las estrellas. La obra de la creación de Dios, que está escrita en el primer capítulo de Génesis, revela la realización progresiva  de un plan y un programa definido Dios instruyo a Noé para construir el arca  ordenadamente,  de acuerdo con dimensiones especificadas. La construcción del tabernáculo estuvo de acuerdo con un plan definido. El desarrollo del plan de salvación de Dios ha sido progresivo, ordenado y sistemático. Un estudio sistemático de la teología, entonces, encuentra su base y necesidad no solamente en el instinto de organización del hombre, sino también en la naturaleza y el trabajo de Dios. Pablo exhortó: “Pero hágase todo decentemente y con orden" (1a. Cor.14:40).
La teología sistemática es un organizado e intenso estudio de los hechos revelados concernientes a Dios y a su plan de salvación para la humanidad. La teología Sistemática considera todas las doctrinas bíblicas arregladas y estudiadas de una manera científica y ordenada.

I. El punto de partida.

Las primeras palabras de la biblia describen no solamente el origen de este planeta, sino también el punto de partida de la teología Sistemática. "En el principio....Dios....."
La teología Sistemática comienza con la doctrina de Dios y concluye con la doctrina del futuro. Cada parte de la teología Sistemática es la base y la guía para el estudio de la siguiente parte. Nuestros pensamientos viajan en un orden lógico de doctrina a doctrina-Dios, hombre, pecado, Cristo, salvación, la iglesia y el futuro.
Principiar estudiando a Dios es principiar con lo máximo. Principiar un viaje dentro de la luz con él, es comenzar con el origen de la verdad. "El principio de la sabiduría es el temor de Jehová" (Prov.1:7). La creencia en Dios y el estudio de los hechos revelados concernientes a él, son los primeros requisitos de la teología cristiana.
El entendimiento de la doctrina de Dios forma la base de la verdadera espiritualidad. Aunque  algunos hombres tienen la religión solamente en el pensamiento y no en el corazón, la genuina religión del corazón es producida por el pensamiento correcto en esa religión. La religión separada de Dios, que tiene como centro el hombre, es vana. Los hombres tienen una fe inadecuada en Dios porque ellos no tienen suficientes conocimientos acerca de Dios. Para ellos es difícil orar porque no conocen la naturaleza de aquel a quien ellos oran. Los corazones de los hombres rara vez se inclinan en adoración verdadera, porque ellos no reconocen la trascendente maravilla de Dios y su infinito valor. Para tener una adecuada fe cristiana y una vigorosa vida espiritual, uno debe principiar con Dios.
La doctrina de Dios es el pensamiento más importante que el hombre puede considerar. Es el tema más elevado que uno pueda estudiar. Los hechos concernientes a la naturaleza y las obras de Dios constituyen las más importantes realidades del universo. Jesús dijo: "Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado" (Juan 17:3). Es de mayor importancia que los creyentes estén plenamente informados de lo que concierne a la naturaleza, características y obras de Dios. Los cristianos vivirán eternamente con Dios y ellos deben desear conocerle bien desde ahora.

II. Los hombres normalmente creen en Dios
Dios creó al hombre con una habilidad innata para reconocer su existencia. Es normal para el hombre creer en Dios; es anormal para él ser ateo.
Una persona no se sorprende al descubrir, entonces, que creer en la existencia de un ser o seres supremos es común a todos los hombres. El paganismo ha cambiado la gloria de Dios a idolatría y la verdad de Dios a mitología; pero el reconocimiento de la existencia de Dios está allí.
La existencia de Dios es reconocida como un hecho por los escritores de la biblia. Esto es considerado como una verdad que no necesita probarse. Las primeras palabras de la biblia anuncian el hecho y la existencia de Dios: "En el principio...Dios..."(Gen.1:1). El escritor de Hebreos insistió: "Porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que hay, y que es galardonador de los que le buscan"(Heb.11:6).

III. Argumentos Clásicos de la existencia de Dios

Hay tres argumentos clásicos de la existencia de Dios. Estos argumentos, derivados de la observación de la naturaleza por el hombre y sus meditaciones en lo que concierne a Dios, han sido usados por los pensadores religiosos desde tiempos antiguos. Ellos son el argumento cosmológico, el argumento teológico y el argumento antropológico.
El argumento cosmológico revela a Dios como la eterna, auto-existente primera causa. El argumento teológico revela que esta primera causa posee inteligencia y voluntad. El argumento antropológico lleva a la persona a otra etapa más adelante. Esta revela a la persona e inteligente primera causa como que posee santidad, justicia y verdad.

1.  El argumento cosmológico. La existencia de criaturas requiere la existencia de un creador. Cada efecto debe tener su causa adecuada. Hubo un tiempo en que el universo no existió. El universo tuvo un origen. El originador, el creador, la primera causa de toda existencia es Dios. De todas las existencias, solamente Dios es sin origen, sin un principio. Antes que Dios creara el universo, el existió solo. Dios es la primera causa del universo.
El escritor de Hebreos expuso este argumento cuando dice: "Porque toda casa es hecha por alguno; pero el que hizo todas las cosas es Dios" (Heb.3:4).

2. El argumento teológico. Dios ha dejado su huella en cada cosa que ha hecho. Donde quiera que una persona mire en la naturaleza, puede ver la huella de Dios. Orden y trazo en todas partes de la naturaleza identifican al universo como la obra de sus manos.
"Los cielos cuentan la gloria de Dios, y el firmamento anuncia la obra de sus manos " (Sal.19:1). "Porque las cosas invisibles de Él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa" (Rom.1:20)." El que hizo el oído, ¿no oirá? El que formó el ojo ¿No verá?"(Sal.94:9). "¡Cuan  innumerables son tus obras, oh Jehová! Hiciste todas ellas con sabiduría; la tierra está llena de tus beneficios"(Sal.104:24)."Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos, la luna y las estrellas que tu formaste, digo: ¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria  y el hijo del hombre para que lo visites?"(Sal.8:3,4).

3. El argumento antropológico. Los primeros dos argumentos considerados son pruebas derivadas del universo como un todo. El argumento antropológico considera las indicaciones de la existencia de Dios como derivadas del hombre mismo.
La conciencia en el hombre testifica que existe un gobernador moral, Legislador y Juez. Separadas de la existencia de Dios, la conciencia del hombre no puede ser explicada.

IV.  Los testimonios de lo sobrenatural 
La revelación de Dios de sí mismo a la humanidad, por medio de hechos sobrenaturales, constituye las indicaciones adicionales de su existencia. Dios ha dado testimonio de su existencia no solamente en el universo material y la naturaleza moral del hombre, sino también en la historia de las vidas de los hombres. La revelación de Dios de Sí mismo por medio de lo sobrenatural, prueba su existencia.
La biblia, como un libro divino, prueba la existencia de Dios. Sin la existencia de un autor divino, la biblia no puede ser explicada. El hecho de que este maravilloso libro exista, prueba la existencia de su autor. La biblia registra la revelación de Dios de Sí mismo a la humanidad. La biblia, entonces, es un auténtico origen de material de pruebas de su existencia.
El cumplimiento de incontables profecías de la Biblia en mínimos detalles, prueba la existencia de Uno, quien pronosticó tales sucesos. (Isa.45:21; 46:9-11.) Los milagros que ocurrieron en la historia y que están registrados en la Biblia, pueden ser explicados de una manera satisfactoria solamente como la obra del poder sobrenatural de Dios.
La sobrenatural vida de Cristo, incluyendo su nacimiento único, su poder para hacer milagros y su resurrección a la inmortalidad, indican la existencia de Dios.
La conversión cristiana y la tremenda influencia que el cristianismo ha ejercido en el mundo, pueden ser explicadas solamente por la existencia de Dios. El testimonio de millones de personas quienes han experimentado notables transformaciones en sus vidas, indica la obra sobrenatural de Cristo y la existencia de Dios. Como un ciego asegura que el  sol existe porque siente el calor de su luz, así los cristianos están seguros de que Dios existe porque sienten los transformadores efectos de su poder.




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