Dios ha hecho la mente humana de tal manera que es natural para el
hombre querer arreglar la información adquirida. Este instinto de organización
del hombre le hace sentir la necesidad de un estudio sistemático de la
teología.
Sistema y orden
son características de Dios y de sus obras. Dios siempre trabaja de una manera
ordenada. Uno puede observar sistema y orden donde quiera a través de la
naturaleza, desde la estructura de los átomos hasta el movimiento de las
estrellas. La obra de la creación de Dios, que está escrita en el primer
capítulo de Génesis, revela la realización progresiva de un plan y un
programa definido Dios instruyo a Noé para construir el arca
ordenadamente, de acuerdo con dimensiones especificadas. La construcción
del tabernáculo estuvo de acuerdo con un plan definido. El desarrollo del plan
de salvación de Dios ha sido progresivo, ordenado y sistemático. Un estudio
sistemático de la teología, entonces, encuentra su base y necesidad no
solamente en el instinto de organización del hombre, sino también en la
naturaleza y el trabajo de Dios. Pablo exhortó: “Pero hágase todo decentemente
y con orden" (1a. Cor.14:40).
La teología
sistemática es un organizado e intenso estudio de los hechos revelados
concernientes a Dios y a su plan de salvación para la humanidad. La teología
Sistemática considera todas las doctrinas bíblicas arregladas y estudiadas de
una manera científica y ordenada.
I. El
punto de partida.
Las primeras
palabras de la biblia describen no solamente el origen de este planeta, sino
también el punto de partida de la teología Sistemática. "En el
principio....Dios....."
La teología
Sistemática comienza con la doctrina de Dios y concluye con la doctrina del
futuro. Cada parte de la teología Sistemática es la base y la guía para el
estudio de la siguiente parte. Nuestros pensamientos viajan en un orden lógico
de doctrina a doctrina-Dios, hombre, pecado, Cristo, salvación, la iglesia y el
futuro.
Principiar
estudiando a Dios es principiar con lo máximo. Principiar un viaje dentro de la
luz con él, es comenzar con el origen de la verdad. "El principio de la
sabiduría es el temor de Jehová" (Prov.1:7). La creencia en Dios y el
estudio de los hechos revelados concernientes a él, son los primeros requisitos
de la teología cristiana.
El entendimiento
de la doctrina de Dios forma la base de la verdadera espiritualidad.
Aunque algunos hombres tienen la religión solamente en el pensamiento y
no en el corazón, la genuina religión del corazón es producida por el
pensamiento correcto en esa religión. La religión separada de Dios, que tiene
como centro el hombre, es vana. Los hombres tienen una fe inadecuada en Dios
porque ellos no tienen suficientes conocimientos acerca de Dios. Para ellos es
difícil orar porque no conocen la naturaleza de aquel a quien ellos oran. Los
corazones de los hombres rara vez se inclinan en adoración verdadera, porque
ellos no reconocen la trascendente maravilla de Dios y su infinito valor. Para
tener una adecuada fe cristiana y una vigorosa vida espiritual, uno debe
principiar con Dios.
La doctrina de
Dios es el pensamiento más importante que el hombre puede considerar. Es el
tema más elevado que uno pueda estudiar. Los hechos concernientes a la
naturaleza y las obras de Dios constituyen las más importantes realidades del
universo. Jesús dijo: "Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el
único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado" (Juan 17:3). Es
de mayor importancia que los creyentes estén plenamente informados de lo que
concierne a la naturaleza, características y obras de Dios. Los cristianos
vivirán eternamente con Dios y ellos deben desear conocerle bien desde ahora.
II. Los
hombres normalmente creen en Dios
Dios creó al
hombre con una habilidad innata para reconocer su existencia. Es normal para el
hombre creer en Dios; es anormal para él ser ateo.
Una persona no se
sorprende al descubrir, entonces, que creer en la existencia de un ser o seres
supremos es común a todos los hombres. El paganismo ha cambiado la gloria de
Dios a idolatría y la verdad de Dios a mitología; pero el reconocimiento de la
existencia de Dios está allí.
La existencia de
Dios es reconocida como un hecho por los escritores de la biblia. Esto es
considerado como una verdad que no necesita probarse. Las primeras palabras de
la biblia anuncian el hecho y la existencia de Dios: "En el
principio...Dios..."(Gen.1:1). El escritor de Hebreos insistió:
"Porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que hay, y que es
galardonador de los que le buscan"(Heb.11:6).
III.
Argumentos Clásicos de la existencia de Dios
Hay tres
argumentos clásicos de la existencia de Dios. Estos argumentos, derivados de la
observación de la naturaleza por el hombre y sus meditaciones en lo que
concierne a Dios, han sido usados por los pensadores religiosos desde tiempos
antiguos. Ellos son el argumento cosmológico, el argumento teológico y el
argumento antropológico.
El argumento
cosmológico revela a Dios como la eterna, auto-existente primera causa. El
argumento teológico revela que esta primera causa posee inteligencia y
voluntad. El argumento antropológico lleva a la persona a otra etapa más
adelante. Esta revela a la persona e inteligente primera causa como que posee santidad,
justicia y verdad.
1.
El argumento cosmológico. La existencia de criaturas requiere la existencia de un creador.
Cada efecto debe tener su causa adecuada. Hubo un tiempo en que el
universo no existió. El universo tuvo un origen. El originador, el
creador, la primera causa de toda existencia es Dios. De todas las
existencias, solamente Dios es sin origen, sin un principio. Antes que Dios
creara el universo, el existió solo. Dios es la primera causa del universo.
El escritor de
Hebreos expuso este argumento cuando dice: "Porque toda casa es hecha por
alguno; pero el que hizo todas las cosas es Dios" (Heb.3:4).
2. El
argumento teológico. Dios ha dejado su huella en cada cosa que ha hecho. Donde quiera
que una persona mire en la naturaleza, puede ver la huella de Dios. Orden y
trazo en todas partes de la naturaleza identifican al universo como la obra de
sus manos.
"Los cielos
cuentan la gloria de Dios, y el firmamento anuncia la obra de sus manos "
(Sal.19:1). "Porque las cosas invisibles de Él, su eterno poder y deidad,
se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por
medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa" (Rom.1:20)."
El que hizo el oído, ¿no oirá? El que formó el ojo ¿No verá?"(Sal.94:9).
"¡Cuan innumerables son tus obras, oh Jehová! Hiciste todas ellas
con sabiduría; la tierra está llena de tus
beneficios"(Sal.104:24)."Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos, la
luna y las estrellas que tu formaste, digo: ¿Qué es el hombre, para que tengas
de él memoria y el hijo del hombre para que lo visites?"(Sal.8:3,4).
3. El
argumento antropológico. Los primeros dos argumentos considerados son pruebas derivadas
del universo como un todo. El argumento antropológico considera las
indicaciones de la existencia de Dios como derivadas del hombre mismo.
La conciencia en
el hombre testifica que existe un gobernador moral, Legislador y Juez.
Separadas de la existencia de Dios, la conciencia del hombre no puede ser
explicada.
IV.
Los testimonios de lo sobrenatural
La revelación de
Dios de sí mismo a la humanidad, por medio de hechos sobrenaturales, constituye
las indicaciones adicionales de su existencia. Dios ha dado testimonio de su
existencia no solamente en el universo material y la naturaleza moral del
hombre, sino también en la historia de las vidas de los hombres. La revelación
de Dios de Sí mismo por medio de lo sobrenatural, prueba su existencia.
La biblia, como un
libro divino, prueba la existencia de Dios. Sin la existencia de un autor
divino, la biblia no puede ser explicada. El hecho de que este maravilloso
libro exista, prueba la existencia de su autor. La biblia registra la
revelación de Dios de Sí mismo a la humanidad. La biblia, entonces, es un
auténtico origen de material de pruebas de su existencia.
El cumplimiento de
incontables profecías de la Biblia en mínimos detalles, prueba la existencia de
Uno, quien pronosticó tales sucesos. (Isa.45:21; 46:9-11.) Los milagros que
ocurrieron en la historia y que están registrados en la Biblia, pueden ser
explicados de una manera satisfactoria solamente como la obra del poder
sobrenatural de Dios.
La sobrenatural
vida de Cristo, incluyendo su nacimiento único, su poder para hacer milagros y
su resurrección a la inmortalidad, indican la existencia de Dios.
La conversión
cristiana y la tremenda influencia que el cristianismo ha ejercido en el mundo,
pueden ser explicadas solamente por la existencia de Dios. El testimonio de
millones de personas quienes han experimentado notables transformaciones en sus
vidas, indica la obra sobrenatural de Cristo y la existencia de Dios. Como un
ciego asegura que el sol existe porque siente el calor de su luz, así los
cristianos están seguros de que Dios existe porque sienten los transformadores
efectos de su poder.
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