miércoles, 28 de noviembre de 2012

Cristo el Mediador. lección 13

"Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre, el cual se dio a sí mismo en rescate por todos, de lo cual se dio testimonio a su debido tiempo"(1 Tim. 2:5,6).
 Hay un Dios , una raza humana y un mediador entre los dos. El único Dios es una sola persona que es el único origen de todas las cosas creadas. Sus características son santidad, amor y verdad. La única raza humana ha descendido de comunes ancestros, Adán y Eva. La raza humana está en pecado y necesita salvación. El único mediador es Jesucristo el unigénito hijo de Dios. El es la única persona que puede servir como mediador entre el único Dios y la única raza humana. Si Jesús no fuera el mediador, la obra nunca podría ser cumplida. Están incluidas en esta verdad, por tanto, los factores de la unidad de Dios, La unidad de la raza humana y la incomparable mediación de Cristo.}
                              I. El hombre necesita un mediador
 Antes que Adán pecara la raza humana no tuvo necesidad de un mediador. El carácter del hombre reflejó la semejanza moral de Dios; él vivió sumiso al gobierno de Dios; él obedeció la voluntad de Dios. El hombre anduvo en comunión con Dios. Una satisfactoria relación divino-humana, fue sostenida entre el creador y la criatura.
 Adán y Eva, no obstante, se revelaron contra la autoridad de Dios; rehusaron obedecer su voluntad. La original comunión divino-humana fue rota. El hombre caído anduvo solo por su pecado Adán mismo erigió una barrera entre él y Dios. El cerró la puerta de comunicación y la aseguró por dentro. Las ventanas de su corazón que  habían sido abiertas hacia el cielo ahora estaban cerradas . Su corazón fue lleno de oscuridad. Su contacto vertical con Dios había sido destruido. La descendencia de Adán , por tanto nació de semejante al carácter de Dios, en oposición a su gobierno y con una disposición  a transgredir las leyes de Dios.
 Los pecadores están ante Dios como criminales bajo condenación como extraños a la comunión de Dios y como muertos que no tienen contacto vital con él. Hay que considerar el obscuro cuadro de la posición del pecador ante Dios como es revelado en efesios 2:12, "En aquel tiempo estabais sin Cristo, alejados de la ciudadanía de Israel y ajenos a los pactos  de la promesa, sin esperanza y sin Dios en el mundo". ¡Qué contraste hay entre el único Dios en su santidad y la única raza humana en su pecado!.
 Imagínese un camino moderno en la altiplanicie de una elevada montaña; repentinamente se llega a un lugar abrupto en el filo de una profunda grieta o cañón. Enfrente se puede ver la continuación del camino y el declive de los precipicios que forman la pared opuesta del cañón. Para alcanzar el otro lado se necesita descender una pared vertical de roca sólida, abrir paso a través de una densa jungla tropical y escalar el gran risco en el lado opuesto.
 Esta es una ilustración del inmenso abismo entre Dios y el hombre. La rebelión deliberada del hombre contra Dios produce un infranqueable abismo entre la criatura y el creador. Un risco en la montaña ilustra a Dios en su santidad . El otro risco en el lado opuesto de la grieta representa a la raza humana en pecado.
 Dios en su infinita santidad no puede perdonar a los pecadores a menos que su justicia quede satisfecha cuando se paga el precio del pecado. El hombre en su pecado no puede disfrutar de la vida eterna ni del desarrollo de su propia personalidad, ni de la luz espiritual, ni de la verdadera libertad, si no está en adecuada comunión con Dios. Allí debe haber un puente para cruzar el abismo de tal modo que pueda ser un camino continuado entre el hombre y Dios. Sin esto, los pecadores no pueden encontrar salvación y la bendiciones de Dios no puede fluir en las vidas de los hombres.
 El hombre, por medio de su propia fuerza , nunca puede construir un puente entre sí mismo y Dios. La salvación no se origina en el hombre; no esta basada en obras humanas. La salvación se origina en Dios. Está planeada por su sabiduría , impulsada por su amor y ejecutada por medio de su poder. Jesucristo como mediador es el puente entre Dios y los hombres. Dicho puente es una realidad porque es una iniciativa divina. "Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado...."(Jun.3:16). Dios es quien ha erigido en puente entre él mismo y el hombre.
                                   II.  Cristo el Único Mediador
 Jesús es el único mediador entre el único Dios y la única raza humana. El es el único salvador, el suficiente sacrificado, el perfecto y eterno sumo sacerdote. Sólo El es idóneo para servir de Mediador. El es el único requerido. El excluye a cualquier otro. Ninguna  otra persona podría haber ocupado su lugar o ejecutado su obra mediadora. Jesús es el único con capacidad para llenar los requisitos de un mediador entre Dios y el hombre.
 Hay un creciente pensamiento entre los modernos pensadores que sugieren la creación de una sola religión  universal para toda la humanidad. Ellos creen que las religiones paganas son tan válidas como el cristianismo. Convienen en que el cristianismo es superior a las demás religiones pero niegan que esta sea el único mediador para la salvación. Insisten en que todas las religiones tienen algunos elementos buenos. Sugieren que el cristianismo no es sobrenatural y supremo. Dicen que puede combinarse con los mejores elementos de todas las demás religiones a fin de crear una fe universal y una iglesia mundial.
 Las personas que están trabajando para la unión de todas la religiones anotan el hecho de que todas las religiones son semejantes en que cada una tiene alguna forma de la regla de oro.
  El hinduísmo dice: "La ley verdadera es guardar y hacer por las cosas de los demás como vosotros hacéis para las cosas vuestras"
 El budismo enseña : "Uno debe buscar para otros, la felicidad que desea  para sí mismo".
 En confusionismo:  " Lo que no desea hacer a usted mismo , no lo haga a los demás"
 El zoroastrismo   : "Haga a otros como podría hacer a sí mismo"
 El islamismo: "Ninguno de vosotros trate a su hermano de la manera como usted no quiere ser tratado" o "ninguno de vosotros es un creyente hasta que ame a su hermano como se ama así  mismo"
 El judaísmo enseña : "Lo que deseas que tu prójimo haga para ti , no lo hagas para él".
 La regla de oro del cristianismo es: " Todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros por ellos"(Mat.7:12).
 La regla de oro, sin embargo no es el único factor que trae la salvación.  Un hombre puede observar la regla de oro y ser todavía un perdido pecador. La salvación no puede ser el resultado del esfuerzo propio del hombre. El hombre no puede ser salvado por sus propias obras. La salvación puede venir solamente por medio de una relación de redención con Jesucristo.
 El cristianismo no es solamente una religión entre muchas. Es la religión. Solamente Jesús es el único salvador. Solamente el cristianismo es el camino que conduce a Dios. Todos los demás caminos religiosos son caminos trancos. Los lideres de las religiones paganas tal vez hayan sido "hombres piadosos", pero ellos son pecadores perdidos lejos de Cristo. Jesús dijo:"Yo soy el camino, la verdad y la vida ; nadie viene al padre, sino por mí"(Juan 14:6). Pedro declaró: "Y en ningún otro hay salvación ; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos" (Hech.4:12). Pablo escribió: "Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre" (1Tim. 2:5). Jesús es el único eslabón que encadena entre el cielo y la tierra . El es el único puente entre el creador y la criatura . El es la única puerta entre Dios y el hombre. Si el hombre cierra esa puerta , no hay otra oportunidad de salvación.
                              III. El Único Mediador que Necesitamos.
 Jesús es el único mediador requerido; Su obra es completa, suficiente y eternamente efectiva. Hay solamente un puente para cruzar la grieta entre Dios y el hombre; no hay necesidad de ningún otro. Nadie puede estar entre el creyente y Dios, excepto Jesucristo. Cuando el está entre los dos,  El no es una barrera;  él es una ventana a través de la cual podemos ver a Dios y una puerta abierta a través de la cual, podemos entrar para estar en comunión con Dios.

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